miércoles, agosto 23, 2006

De cómo enchular el blog.

Recién termino de ver el programa "Pimp my ride" que por alguna razón loca lo tradujeron como "Enchulame la máquina", aunque, si bien esa es, en efecto, la traducción literal, quiero que me encuentren una persona en el país que use el término "Enchulame" en una oración. Yo le habría puesto algo como "Agarrá mi tutú, hacele las mil y un volteretas, y dame uno nuevo con televisorcitos LCD adentro y poneme a un negro rapero que me lo conduzca". Probablemente la versión local sea conducida por Rubén Rada, el único negro con onda que tenemos los argentinos (y eso que el quía es uruguayo).
Lo que me hizo pensar del programa en cuestión no es qué podría esa gente hacer con mi querido Vivace, aunque confieso que estaría bueno poder ver Back To The Future en el apoyacabezas del asiento delantero, mientras mi baúl se abre para atrás revelando un equipo de audio ultramoderno que incluye un plato para hacer mezclas. Claro que, como yo no me dedico a eso, los únicos discos que tendría para mezclar son el de Carozo y Narizota con el de Margarito Tereré. Ah, pero lo que debe ser escuchar al Profesor Gabinete hacer un dúo con Corbatita Cuá... impagable!
Decía, no es el posible centro de entretenimiento que podría ser mi autito luego de pasar por ese programa. Intento pensar el fracaso absoluto que sería el show en este país. Imagine lo siguiente:
Manuel Pedernera lleva su Fiat 600 a "Agarrá mi auto, bla bla bla, conduzca" y le pide que se lo enchulen (ok, acá tenemos a un argentino que usó el término). Rubén Rada, disfrazado de Rubenrrá le muestra un cartel que dice "Has sido enchulado", se baila un candombe, y le entrega un autazo de la puta madre.
Manuel sale contento, guarda el auto nuevo en la cochera, y el día siguiente va al Pago Fácil de Rivadavia a comprar las entradas para Robbie Williams. Como es sábado y son las 4 de la tarde, deja el auto sobre Bolivia, de la mano derecha. Sin embargo, sabemos que un auto enchulado mucho no puede durar acá. Cuando sale, su super auto consta de un parabrisas y una notita que dice "Has sido choreado"... curiosamente con la letra de Rubén Rada.
Es por eso que estas cosas no durarían en este país. Nada que implique un buen premio puede funcionar acá. Yo no me imagino cómo las cosas que regalaba Nico en su super show de media tarde "¿Querés jugar?" (como dice Pettinato, nunca pongas como título de programa una pregunta, porque te arriesgás a que te contesten "¡NO!"), realmente podían durar. A una casa pobre de una villa miseria la equipan con un plasma de 50" y esperan que a los 5 minutos no entren 30 monos con navajas a chorear todo?
Eso de regalar no funciona en el país. Por esta razón yo creo que, si algún día me encontrara la lámpara maravillosa, no podría pedir muchos deseos. Porque, piense esto: Usted se encuentra la lámpara, tiene tres deseos, y corren las mismas reglas que con Aladdin: No se pueden pedir más deseos, no se puede hacer que nadie se enamore de nadie, no se puede traer a la gente de la muerte y no se puede matar a nadie. ¿Qué pediría? ¿Un millón de dólares? ¿Y me quiere decir cómo le explica después a la DGI que usted, de repente, recibió una importantísima suma de dinero sin haberla declarado? ¿Pediría un auto último modelo? ¿Y la patente, la nafta, el seguro, la cochera, cómo paga todo eso? ¿Pediría una mujer hermosa? Bueno, usted puede pedirlo, pero de ahí a que le dé bola a alguien como usted... ¿Pediría una computadora de lo más nuevo? ¿Para qué? ¿Para tener que pegarle patadas a los dos días porque el maldito Windows se cuelga?
Créame, en este país, la lámpara maravillosa no puede darle deseos mejores que, a lo sumo, un Jorgelín de tres capas, una Coca de litro y un postrecito Ser sabor alfajor (que alguien me explique dónde está la parte de "alfajor" en el sabor de ese postrecito).

lunes, agosto 07, 2006

De cómo contar la historia de los próceres.

Erase que se era en una época colonial que no sé bien cuándo fue pero que no suelen preguntartelo en juegos tipo Carrera de Mente o similares, así que tampoco es realmente necesario saberlo, un hombre. Ese hombre hubo de llamarse José.
José, de San Martín, vivía justo enfrente al Carrefour que está casi llegando a la General Paz. Entonces cuando había hambre se iba directamente al patio de comidas, era más fácil que cocinarse algo, además de que su mujer casi nunca quería cocinar... "No tenés Remedio, Remedios", le decía siempre. Y su hija, Merceditas, jugaba con las muñecas y solo cocinaba con la cocinita esa de la Barbie.
Un día José quiso viajar, conocer el país, pero no podía ni cruzar la frontera con Chile porque no tenía pasaporte aunque algún listillo me diga que para ir a Chile no es necesario pasaporte. No te pases de listo, sé donde vivís.
Cansado de la burocracia legal, le dijo a Remedios: "Che, me voy a liberar o libertar Chile, y ya que estoy me libero o liberto unos cuantos países más. No me esperes para cenar". La verdad es que nadie sabe si se dice "liberar" o "libertar".
José, furioso, montó en cólera y gritó "Arre, Cólera!". Y así el fiel potrillo blanco arrancó no sin antes mirarlo con mala cara pensando "Con este frío me hacés viajar hasta Chile, papá? Estás pirado vos?".
En el camino se encontraron con un fiel amigo que seguía a José en las buenas y en las malas: El Sargento Carlos Fernando Cabrales, a quien, cariñosamente, le decían "CaFe" Cabrales.
Fue así como José y Café se dirigieron hacia los Andes, con la intención de llegar a tiempo para ver el clásico contra Banfield.
Apenas terminó el partido, José se plantó y dijo "Bueno, a ver, todos los que no pertenezcan a este país, se me mandan a mudar, que a partir de ahora lo considero liberado o libertado". Y Café simplemente asentía con la cabeza a su lado.
Así, el dúo maravilla siguió viaje bordeando la cordillera, y llegaron hasta Perú, donde lo esperaba la policía montada, porque vio que la bandera de Perú es muy parecida a la de Canadá?
Y bueno, piña va, piña viene, cada golpe certero de José era acompañado por una onomatopeya coloreada al mejor estilo Batman de Adam We (si no entiende por qué dije "We" y no "West", debe ver más Family Guy). Mas, en un momento de descuido, alguien le puso el pie a Café, que cayó de cabeza al suelo y se hizo bosta.
José se acercó a ver si estaba bien, pero don Cabrales respiraba dificultosamente y apenas podía moverse. Con pocas fuerzas, se acercó a José y le dijo "Muero contento, hemos batido las claras de huevo a punto de nieve, las hemos mezclado con el almíbar y lo hemos horneado por 20 minutos". José se levantó despreocupado, porque sabía que cuando Café decía esas boludeces, es porque estaba bien. Le guiñó un ojo cómplice y le dijo, en tono de joda, "Vamos, doctor, yo me refería al merengue en tanto danza".
Café se levantó, miró a sus contrincantes y gritó "Por el poder de Grayskull!!!". Sacó la espada de su espalda, la iluminó al cielo y de repente... no pasó nada. Un poco avergonzado probó con otra... dijo "Thundercats... Thundercats... Thundercats... oooooohhhh!!!", y los peruanos ya lo miraban con cara rara.
Un último intento quiso hacer, y se acercó con la espada a un peruano, y dibujando una C cantó "Marcando la C de Cabrales". El peruano lo miró confundido y le clavó su espada en el upite.
Cabrales volvió a caer al suelo, y se acercó lentamente a José (acto que le llevó por lo menos media hora, porque José estaba en la otra punta cargándose soldados). Lo miró y le dijo "José... muero contento, hemos batido la crema, ahora tenemos un capuccino".
José lo miró, y le dijo "Carlos, no rompas que estoy tratando de liberar o libertar Perú", mas Carlos ya no respondía más.
José logró liberar o libertar Perú, y, en agradecimiento, seguro pusieron alguna calle con su nombre, o algo así... no sé, nosotros le pusimos hasta un partido y lo metimos en los billetes de 5 pesos, ellos podrían hacerle algún homenaje, no?
Y así fue como, un 17 de Agosto, Don José, de San Martín, muere en la tranquilidad de su hogar, shockeado por la impresión que le causó ver que Remedios se había puesto el delantal y había cocinado por primera vez en su vida.
Hoy recordamos aquél acto... y yo, particularmente, cada 17 de Agosto me acuerdo de mi querida amiga Marita, que no tiene ninguna relación con San Martín, que usa euros así que no tiene billetes de $5, que vivía en Liniers, bastante lejos de San Martín, y que seguro tampoco sabe en qué año pasó todo esto.
Pero que hoy cumple años y me rompió con que escribiera algo, así que, todos, a ver, hacemos una fila y le decimos Feliz Cumpleaños a Marita, vamos...