domingo, septiembre 09, 2007

De cómo arruinarle la vida a un enemigo volantero.

¿Esa persona que tanto detesta está encaminándose en la vida? ¿Acaba de conseguir su primer trabajo de volantero y usted simplemente no lo puede soportar? Siga estos 3 sencillos pasos y arruínele la vida por completo, causándole el despido (sin indemnización), la humillación frente a su patrón (y quizás sus padres) y el posible quebranto económico que puede causarle traumas en su vida adulta:
1.- Apréndase la ruta de la víctima en cuestión y, meticulósamente, revise las puertas por las que deja los volantes.
2.- Deje pasar un tiempo prudencial (léase, una hora por ejemplo), y recorra esa misma ruta recolectando cada volante dejado por la víctima. Si usted vive en un edificio, la mitad de su trabajo está hecha.
3.- Preséntese ante el local publicitado en el volante, con una pila de, por lo menos, 50 volantes. Exija hablar con el dueño, entréguele los volantes en la mano y dígale "Me parece que tu pibe no hace bien su laburo, eh... hoy me dejó todos estos volantes tirados en la puerta de mi casa!".
El resultado es inmediato. El patrón se rehusará a escuchar razones, temeroso de perder su fiel clientela (funciona mejor si usted es asiduo del local publicitado).
Las consecuencias son devastadoras como eficaces. El pobre muchacho víctima intentará resarcirse sin éxito, y la humillación posterior puede ser realmente escalofríante.
Si por casualidad esto no funciona, basta con repetir la fórmula nuevamente, pero dejando pasar, al menos, una semana de diferencia.

¡Felicitaciones! ¡Usted es ahora una basura de persona!

miércoles, septiembre 05, 2007

De cómo ser feliz con poco.

No voy a decir nada, la foto habla por sí sola.



De izquierda a derecha, y de arriba a abajo:
Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna, Carlos Lopez Puccio, Carlos Nuñez Cortés y Ernesto Acher.

Señoras y señores... Les Luthiers.

(y un servidor, pero eso no importa)