miércoles, agosto 24, 2005

De cómo entender que, mudarse, no es algo de todos los días.

Lo jodido de mudarse no es buscar departamentos; es tener que revolver la parte de arriba del placard donde uno creyó que jamás tendría que volver a meter mano, y sacar cosas insólitas para pasar 5 minutos debatiendo si debe guardarlo o tirarlo, y finalmente meterlo en una bolsa que, así como está, irá a parar nuevamente a la parte de arriba del placard de la nueva casa.
Lo jodido de mudarse no es encontrar una buena ubicación; es tener que sacar cada estante, cada cuadro, cada afiche que uno tenga colgado en la pared y pasar los días previos a la mudanza contemplando un muro desnudo con más agujeros que una cancha de golf y esa sensación de que la habitación se hizo más grande y si uno habla se escucha un eco que lo repite.
Lo jodido de mudarse no es asignar una habitación a cada integrante de la familia; es tener que ir al supermercado del coreano de enfrente y, con desesperación, pedirle que te regale algunas cajas mientras el tipo, sonriendo (porque un coreano siempre sonríe) te dice "Ahhhh, caja, si, depósito, aquí no". Pasar media hora tratando de entender al tipo para que, cuando lo logramos, nos encontremos con otro coreano más y así sucesivamente. ¿Y todo para qué? Por dos cajas de vino Norton en donde sólo entra una pila de CDs y alguna revista.
Lo jodido de mudarse no es estudiar la Filcar para ver qué colectivos pasan por la nueva zona; es tener que, por fin, revisar ese cajón de ropa y separar la que sirve de la que se puede regalar, la que todavía nos entra de la que no entra ni en el dedo meñique. Aceptar que ese momento que toda la vida postergamos, ahora ya no podemos postergarlo más.
En definitiva, lo jodido de mudarse es esa semana previa a la fecha en que llega el camión de mudanza, donde tenemos que meter la casa entera en canastos con la presión del reloj pensando "No llego, no llego". Es también eso de tener que avisarle a todo el mundo que uno cambia de casa... registros, documentos, formularios, todo lugar donde uno anotó su dirección ahora debe ser actualizado.
Una mudanza es algo que no ocurre muy seguido, pero que cuando ocurre, siempre es en el peor momento. Sea porque no hay plata, porque uno no tiene ganas de irse, o simplemente porque uno todavía no terminó de desempacar de su mudanza anterior (lo que debería facilitar las cosas pero en realidad las complica), la mudanza llega cuando uno menos se la espera. Pero luego de los primeros días de pánico, la mudanza trae consigo una vieja promesa nunca cumplida: "Esta vez no voy a dejar todo tirado, voy a ordenar todo apenas llego". ¿Cuántas veces uno dice eso y al final se encuentra con que, a los dos años, todavía hay 10 cajas de Pepas con vaya uno a saber qué cosas?
En fin, hay que seguir metiendo la colección de revistas Humor en cajas...
Hoy ya es miércoles y el camión de mudanza llega el sábado a la mañana... ¡No llego, no llego!

lunes, agosto 15, 2005

De cómo amar, amar y amar a Les Luthiers.

Si el ávido lector prestó atención a un post anterior mío, donde mostraba la foto de mi entrada al recital de Les Luthiers, sabrá que el mismo se efectuó esta noche. Si el ávido lector, además, recuerda mis dos posts sobre el grupo, titulados, por orden cronológico: "De cómo se desenvolvió (y otras aventuras de Don Rodrigo)", y "De cómo ver la misma obra 5 veces", y si el ávido lector, si es ávido y más aún si es lector, sabe que cuando algo me emociona, me emociona, entonces entenderá la longitud de este post. Le comento, ávido lector, que Les Luthiers me emocionó. Decir que el espectáculo fue genial, soberbio, único, increíble, excelente, buenísimo, impresionante, sublime, monumental y brillante es quedarme corto en términos y largo en sinónimos. Nada se compara con ver un espectáculo salidito del horno, sabiendo que los números son nuevitos y que cada chiste es fresquito. Así fue "Les Luthiers - Los Premios Mastropiero". Una obra de arte. Permítanme relatarlo:

ATENCION: Estoy a punto de entrar en detalles rigurosos sobre el espectáculo. Si vos no querés saber nada del mismo, te recomiendo NO seguir leyendo, porque no voy a escatimar en adelantos y detalles. De nuevo, NO leas si no querés enterarte.
Hecho el aviso de rigor, empiezo a narrar:



El escenario comienza preparado para el inicio del show. Del lado izquierdo, un piano de cola, un latín o violín de lata y un cellato (imitación del violoncello hecho con una lata de líquido limpiador). A la derecha, una tarima típica de entrega de premios con el logo de "Los Premios Mastropiero".
El show comienza, los 5 hombres de smoking se presentan y ocupan su lugar: Nuñez Cortés, por supuesto, se sienta frente al piano; Lopez Pucció agarra su fiel latín, Jorge Maronna se sienta junto al cellato; y Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock se paran frente a la tarima. Estos últimos se presentan ante el público como "Ramirez" y "Murena". Primer guiño para el fanático: Si recuerdan el show "Todo Por Que Rías", sabrán que allí había un número llamado "Radio Tertulia", donde Rabinovich y Mundstock hacían de dos locutores de radio llamados Ramirez y Murena. Estos personajes son quienes conducirán toda la entrega de premios.
El recital entero transcurre con esta temática, nombrando distintas categorías de premios, y entregando estatuillas a los ganadores. Curiosamente, un tal Diego Dalvéz (representado por Lopez Puccio) gana varios de estos premios. Al final del recital nos enteraremos que la ceremonia fue patrocinada por "Medios Dalvéz".
El primer premio es otorgado al filme "Othello" que narra las desventuras de la obra shakespeareana con un tono más bien irrespetuoso. El primer tema, llamado "El Desdén De Desdémona" hace su aparición. Con un ritmo caribeño Nuñez Cortés, como Desdémona, cuenta que tiene un negro en la cama. La obra en sí es bastante corta pero se extiende con el diálogo entre Rabinovich y Mundstock, donde este último trata de explicarle al primero qué significa el tálamo nupcial donde transcurre el punto clave de la obra (para los fanáticos que saben de lo divertida que es una charla Rabinovich-Mundstock, van a poder apreciar este momento).
A continuación, se presenta el número "Amor a primera vista" donde Jorge Maronna, armado con su guitarra, y acompañado por Nuñez Cortés y Rabinovich, también con una guitarra cada uno (curioso fue ver a Nuñez Cortés tocar una guitarra), cuenta una anécdota donde vivió un romance fugaz con la esposa de uno de los guitarristas acompañantes. La gracia está en saber quién de los dos.
Luego viene un tema muy cortito, llamado "Tienes una mirada..." que se dedica a admirar el ojo de una mujer. Pasó casi inadvertido, entre la legión de temas cortos que conformaron el espectáculo.
El siguiente número, casi sin formar parte de lo que era la ceremonia de premios, ya que contó con un texto introductorio como todo número de Les Luthiers, fue "Los Milagros de San Dádivo", número que yo ya había visto y del cual hablé en el post "De cómo se desenvolvió (y otras aventuras de Don Rodrigo)". Mencionaré únicamente (para no repetir) que se trata de una obra muy divertida donde un empresario se comunica mediante celular con un santo para que lo ayude en sus negocios de una forma non-sancta (valga la redundancia, si la hay).
A continuación interpretaron el tema "Ya no te amo, Raúl". Un excelente bolero que, originalmente, estaba pensado para ser cantado por una mujer, pero al fallecer la misma, la tarea queda en manos de Rabinovich que debe cambiar el género de varias palabras en el momento, haciendo la gracia del tema.
Le sigue un pequeño tango llamado "Ella me engaña con otro" donde Nuñez Cortés se lamenta con su mejor amigo de que su mujer lo engaña, mientras éste (Mundstock) trata de que el primero no se entere de que justamente el que se acuesta con su mujer es él mismo. Pasó sin pena ni gloria el tango... varía entre "bueno" y "zafa".
Y el párate es para el número siguiente, titulado "Juana Isabel". Ya de por sí, ver que su estilo citaba "Canción con forma de merengue" me hizo recordar algo que cualquier fanático debería estar pensando a esta altura. Pero la sorpresa mayor me la lleve al escuchar a Mundstock decir "La siguiente pieza es un ritmo latinoamericano, muy festivo, muy animado; que se canta, se baila sobre todo. Difundido en países de centroamerica como Colombia, Venezuela, República Dominicana... en fin, estamos hablando ni más ni menos que del famoso 'merengue'". Yo pensé que eso era un simple guiño para el fanático, pero cuando Rabinovich dijo "El merengue es un delicioso postre" me dije "Lo van a hacer!".
En efecto... lo hicieron... el biólogo (un monólogo de a dos) sobre el merengue entre Rabinovich y Mundstock, famoso entre los fanáticos de Les Luthiers por ser uno de los momentos más graciosos, estaba siendo representado en su totalidad, en vivo y en directo... una lágrima tenue se deslizo por mi mejilla cuando Rabinovich dijo "Ester Píscore". Luego de semejante intro, que se ganó sus merecidos aplausos, interpretaron el merengue "Juana Isabel" (a pesar de que la audiencia, o al menos yo, quería escuchar "El negro quiere bailar"); un tema donde un coro cuenta de una mujer a la que Rabinovich creía que le atraía.
Casi despidiéndose, se interpreta el rock "Ya no eres mía", que conserva la misma música de varias piezas cortas que se fueron repitiendo a lo largo del recital, como banda de sonido de la novela "Infidelidades" que ganó varios premios Mastropiero.
Finalmente, el momento esperado, el Mastropiero de Oro, fue para la obra infantil de Diego Dalvéz, "Valdemar y el hechicero", que, además de narrar las aventuras de un valiente caballero que quiere rescatar a la Princesa Ginebra (representada como voz en off por Norma Aleandro) de las garras de un hechicero; introduce el más reciente instrumento informal del grupo: El alambique encantador. Un complejo aparato que se vale de copas, botellas y bidones de agua para producir, junto con juego de luces, un efecto sonoro y visual realmente atractivo.
El show termina, los Les Luthiers agradecen, pero el público sabe que algo falta.
Luego de los aplausos de rigor, Marcos Mundstock, ya en su papel de presentador y alejado de lo que fueron los Premios Mastropiero, se aproxima (como puede) al micrófono, y presenta el número "fuera de programa". Un número que ya tocaron en "Las Obras de Ayer" y se ve que gustó tanto, que quisieron mantenerlo: "Pepper Clemens Sent The Messenger, Nevertheless The Reverend Left The Herd (Ten Step)", traducido, según el texto introductorio, como "Schmerz, el mequetrefe, ese repelente vejete verde".
Ahora sí, el show termina, yo me levanto, y me retiro feliz, ansiando la llegada de la semana siguiente, porque ahí saldrá a la venta la grabación de "Viejos Fracasos", el nuevo video de Les Luthiers que muestra imágenes del recital de 1977 con números famosos como la "Epopeya de Edipo de Tebas", la "Serenata Mariachi" o la canción rusa "Oi Gadóñaya".
Espero que lo hayan disfrutado, al menos yo lo hice... seguro ahora Marita me odia, pero bue... eso no es nada nuevo.

sábado, agosto 13, 2005

De cómo encontrar este bello lugar en internet. (Anexo A)

Sorprende pensar la cantidad de términos aleatorios que dije desde que comenzó el blog, que hacen que cualquier criterio de búsqueda conduzca al usuario a mi sitio. Acá, algunos términos más:

"jorge corona" "chiste" "mp3": Qué decepción horrible debe haber sentido el tipo al entrar acá y ver, no solo que no hay chistes, no solo que no hay mp3, sino que encima a mí no me cae nada bien don Corona...

Cosme Fulanito: Alguien buscó la imagen que retrata este sitio, con la cara del verdadero Cosme Fulanito, y dio con este bonito sitio, por motivos más que obvios. A usted, mi amigo, lo saludo!

De la vida y todo lo demás: Ok, quién fue el gracioso que puso para buscar el título del blog? Nadie busca semejante frase así, al tun tun... alguien quería dar con este sitio... ¿Quién fue?

domingo, agosto 07, 2005

De cómo llegó Marita a mi vida (Capítulo III)

Los días pasaban, y esa rutina que yo llamaba "vida" cada vez tenía menos de rutina y más de vida. Quedarme en mi casa viendo televisión o mirando el techo ya no era cosa de todos los días, era cosa de 6 días a la semana; porque al menos una vez, Marita irrumpía en mi vida ya sea con su presencia humana o bien telefónica. Las visitas a mi casa se habían vuelto una costumbre... quizás sea el anhelo de verme, el deseo irrefrenable de aprovecharse de mis mandarinas o quizás sea que la abuela la estaba rajando de la casa y no tenía a dónde ir. El caso es que Marita venía para acá y, afrontémoslo, me alegraba la tarde.
Cierta vez el teléfono me sonó, y una voz de mujer, aterradora y con un mensaje que estremecería al más valiente, me decía: "Telefónica de Argentina le informa que no se ha registrado su pago...". Corté antes que me diga de cuánto era el sablazo por las dudas, entonces volvió a sonar el teléfono... y esta vez era Marita.
Me comentaba que estaba cerca de casa, cosa que yo ya había imaginado porque de repente se empezó a nublar el cielo.
Charlando de una cosa y otra, Marita hace cierta acotación chistosa que, otrora, podría calificarse de antisemita. Las palabras exactas no las recuerdo... quizás porque prefiero no recordarlas, pero probablemente porque realmente no me acuerdo. La cuestión es que, 3 segundos después de expresar sus palabras, cayó en la cuenta que yo era judío... la risa histérica y la vergüenza que sintió no se puede explicar en unos pocos renglones. Para que se den una idea, la risa era comparable con ver a Berugo Carámbula disfrazarse de He-Man en Los Bañeros Más Locos Del Mundo, y la vergüenza era comparable con ir al Vaticano, acercarse al Papa y decirle "¿No tenés un pesito pa'la birra?".
Ese fue el momento... ahí Dios dijo "Hágase la amistad", y la amistad se hizo... entonces fue cuando nos dimos cuenta que llegamos a un punto donde podíamos joder sin ofendernos, sin enojarnos... desde entonces y hasta el día de hoy, nos puteamos a diario como señal de cariño, como señal de afecto, pero más que nada, como señal del apocalipsis.
Pocas semanas después, avecinándose ya el estreno del filme "Matrix Reloaded", decidimos con Marita ir a presenciar una de las proyecciones de dicho documento cinematográfico... dicho en criollo: Fuimos a verla al cine. Yo iba equipado con mis ganas y la guita de la entrada... ella no, ella había llevado ganas, caramelos, Palitos de la Selva, chupetines, mate, facturas, tres rollos de papel higiénico, un ejemplar del Martín Fierro, un pollo de goma con una polea en el medio, a Raúl Taibo e hisopos. Cabe aclarar que hasta los Palitos de la Selva, todo es verídico, el resto es puro invento mío, con excepción de Raúl Taibo.
Los documentos de la época citan el incidente bajo el rótulo "La proyección ruidosa". Todavía el susurrar del viento y los testigos del momento recuerdan que, justo cuando el arquitecto iba a explicar qué sorongo es la Matrix, Marita decidió desenvolver un caramelo Media Hora tomándose justamente esa cantidad de tiempo para hacer ruido con el papelito.
Nos pidieron amablemente que nos fuéramos del cine. Yo acepté gustoso, ella le escupió la cara al chocolatinero. Yo recordé que son los teatros los que tienen chocolatineros, no los cines, así que lo que dije no tiene sentido, ella me miró con cara rara y se manducó otro Media Hora. Yo salí corriendo, ella se fue de una patada en el culo. Yo conocí Cabildo y Juramento, ella no podía creer que no lo conociera.
En próximas ediciones sabremos de la fiesta de cumpleaños del infierno, que inició en la borrachera a uno de los nuestros, nos enteraremos del trágico episodio donde yo conocí su morada y por fin, quizás, sabremos la verdad sobre el tan mencionado viaje a Europa.
La fecha de publicación de este post no está elegida así, al tun tun, tiene un motivo... hoy Marita cumple 23 años en este mundo, en otro mundo ya va por los 700... ¡Feliz cumpleaños Marita!

Continuará...

jueves, agosto 04, 2005

De cómo encontrar este bello lugar en internet.

Mi ídolo, y uno de mis mayores exponentes a la hora de escribir este blog, Andrés "Lupine Wolf" Olivera, sostiene que poner palabras o frases claves entre sus updates asegura una gran cantidad de visitas. Así es como podemos leer, en un update que hable de motos, frases como "Keyra Agustina en pelotas" cuyo único propósito es lograr que la gente, buscando fotos del mejor culo de internet, termine en una página que no tiene nada que ver.
Creía que ese recurso tenía más de cómico que de cierto, pero acabo de comprobar fehacientemente que unas buenas palabras bien ubicadas, realmente atraen público.
Seguramente usted, querido lector, no notó que desde hace un par de días, el blog tiene un banner grande abajo de todo... el objetivo del mismo es proveerme a mí de estadísticas del sitio. Y hoy, revisando las mismas, me vengo a enterar de algo muy interesante.
Lo más divertido que tienen estas estadísticas es ver la sección de Referidos, que te dice de qué sitio vienen tus visitantes... así, puedo ver mi Top 10 de referidos donde, por supuesto, en primer lugar está mi sitio web Portal Friends. Lo curioso es ver quiénes lo siguen.
Atenti la oreja, porque esto es muy divertido: Una gran cantidad de referidos vienen directo de Google o Yahoo, pero no vienen por haber buscado "Blog de Pablo" o "De la vida y todo lo demás". Una de las búsquedas era, exactamente: "alargue su pene". Si el ávido lector se pregunta cómo fue que dicha frase lo condujo a mi sitio, quizás se interese en recordar mi post: "De cómo alargar su pene, y otras yerbas". Ahora imaginen la decepción del tipo... por razones que prefiero no imaginar, él ansiaba encontrar un sitio web que lo ayudara en la dura tarea de enardecer aquello que demostraba su hombría frente a un ejemplar de vaya uno a saber qué sexo, y encuentra un post mío quejándose del spam... no dudo que su amigo se haya encogido aún más de la decepción, pobre.
Pero esto no acaba aquí... otra de las búsquedas que noté en mis estadísticas fue la frase "las piernas mas hermosas exhuberantes" (sin las comillas), que envió al usuario claramente en celo directamente a mi archivo de posts de Abril de 2005, donde, entre otras cosas, decía que una mujer de la Feria del Libro era la "mas hermosa" que ví, que la ciudad tenía cosas "exhuberantes" y demás.
Continuando con las frases raras, un individuo molesto con la vida y todo lo que la habita, buscó en Google "frase de rencor a los demás" (sin las comillas nuevamente), y dio con mi bendito blog en donde, por razones ecuánimes (que no sé qué significa pero tiene una U y una A juntas, lo cual lo convierte en palabra grosa), yo nombraba las distintas palabras que conforman la frase.
Pero sin duda, la búsqueda que más gracia me causó, fue la del pobre hombre que, sabrá Dios por qué, quiso buscar "pendorcho" en Yahoo y dio con mi post "De cómo complicarse por un simple socotroco".
La internet es curiosa... la internet te sorprende... como diría mi ídolo Lupine: La internet apesta.