jueves, abril 28, 2005

De cómo apreciar un viaje monótono.

Y un buen día, se me ocurrió ver cómo sería el viaje en colectivo sin música acompañándome. Desde tiempos inmemoriables, o sea, tiempos sin memoria, yo viajo en colectivo acompañado de algún dispositivo portatil que reproduzca música. En tiempos de antaño (o eran de Antonio? Mmhh... no... eran de antaño... bueno, digamos "Tiempos de ant."), dicho dispositivo era un simple walkman (o sea, un hombre caminante. Tengo todo el inglés, eh!) el que, mediante un cuadradito llamado "casette" (casa en francés. Tengo todo el francés, eh!) me permitía oir las más hermosas melodías (barrilete en alemán. Tengo todo... ah, no, eso no...). Los tiempos han ido cambiando, yo he ido evolucionando... digo... he ido bolucionando, y ahora el casette pasó a la prehistoria. Luego de superar mi etapa antigua, decidí utilizar un discman (o sea, un disco caminando... ¿Qué? ¿Nunca vio uno?), lo cual acarreaba consigo diversos problemas: Por ejemplo, ¿Cómo doblaba en las esquinas?
Superada ya esa etapa, y ese pésimo chiste, llegué a lo que se conoce como "Era Moderna", es decir, la del MP3. Y en ella estoy actualmente hasta que exista la forma de revivir a Freddie Mercury, meterlo en una cajita diminuta, y llevarlo a todos lados con su música. Yo no pierdo las esperanzas.
Entonces, cada vez que viajo en colectivo, me aseguro de tener mi MP3 con pilas listo para usar y/o disfrutar.
Pero no, esta vez decidí probar suerte sin nada en mis oídos... excepto cera, órganos internos y todas esas cosas, claro. Y debo admitir que he descubierto varias cosas. La primera, claro, que el viaje es aburridísimo. Pero también, me resultó curioso ver en qué ocupa su tiempo el resto de los pasajeros durante la estadía. Lamentablemente no puedo meterme en sus mentes (aún) para saber qué piensan, pero creo que eso ni siquiera es necesario.
Y veo a un muchacho que no tendrá más de 18 años, moviendo su pierna hacia arriba y hacia abajo, en un movimiento uniforme, como si estuviera siguiendo el compás de una música... pero no lleva auriculares... estamos ante un claro ejemplo del "Me muevo al ritmo de la música de mi mente". Este tipo está pensando en una canción, y se dejó llevar tanto por sus compases que hasta los repite con la pierna, mientras mira alrededor pensando "¿Alguien se dará cuenta de en qué canción estoy pensando por el movimiento de mis piernas?". Y, un poco inseguro de tal cuestión, acompaña a las piernas con un movimiento de manos, donde imita a una batería. El viejo parado a su lado lo ve y piensa "Qué juventud...", la señora a la izquierda del viejo piensa "Qué asco de generación", y el joven del otro lado piensa "Qué buen tema!".
Otro especímen (o espécimen? Digamos otro sujeto), otro sujeto (vio? Lo dije!) raro que acompaña el viaje es el que se conoce como "Ya no sé para dónde mirar". Entonces, cuando se sube y se sienta (en ese orden), empieza a mirar para adelante. Uno lo ve poniendo su cara de "Tengo mi mente en blanco", que mantiene por unos 10 minutos, hasta que se torna insoportable... y empieza a girar la cabeza... mira para un lado, para el otro... parece que está buscando algo, pero no hay nada. Derrotado, vuelve a mirar para adelante y pone la misma cara del principio, pero con ojos de frustración en su mirada.
Por supuesto, en colectivo lleno, no falta el tipo "Aprovecho los baches para apoyar", y estratégicamente se ubica al lado de una mina que esté buena, para que, en la primer oportunidad en que el bondi salte, el tipo se tire contra la mina con cara de "Uy, me tropecé". Claro que este acto pasaría mucho más inadvertido si el tipo no le tocara dos gomas, le manoteara el culo, lo apretara y le dijera "Está bastante firme, eh!".
Por último, al menos por ahora, está la típica vieja conocida como "Sé que soy vieja, necesito atención", que sigue la filosofía del abuelo Simpson: "Soy viejo, deme". Esta señora se sube al colectivo de a poco, lentamente, indicando minusvalía, a pesar de que, en realidad, venía de jugar un picadito en el club Mitre; y apenas saca el boleto, pone su cara de "Querido, me dejás?" y mira a su alrededor buscando una víctima. Ve otra vieja y dice "No, esta es de las mías, entre nosotros no nos jodemos". Ve una embarazada y piensa "Esa ya tiene suficientes problemas". Su presa favorita son los jóvenes, que no saben tanto de educación y no les nace eso de ceder el asiento. Se paran a su lado, estudian a la presa, y con la misma voz que seguramente usó la malvada bruja con Blancanieves, le dicen "Hijito... ¿Me dejás sentarme?". El nene, que hasta entonces estaba imitando una batería, deja de tocar, mira hacia arriba, inspecciona a la vieja, y cuando está a punto de decirle "No me rompas, vieja de mierda", nota que prácticamente todo el colectivo (sin incluir al chofer por motivos más que lógicos) lo está mirando con cara de indignación pensando "No seas maleducado, mocoso". Así que se para y dice "Por supuesto". La vieja triunfa, el nene pierde, todos felices... o algo parecido.

Cambiando el ángulo de la información (33° 4' 86", lo que se dice un ángulo agudo... sagaz...), los resultados de mi censo indican que hay una gran presencia de visitantes en este blog... más de lo que esperaba, realmente. Les quiero agradecer muchísimo su presencia. El cariño y la comprensión de todos ustedes para conmigo, realmente estoy muy emocionado; los quiero mucho (a todos excepto una), se los digo de verdad. Lo siento, no solo como persona, sino también como ser humano. Lo que siento se resume en una palabra: Mil gracias.

Y, dada la índole de la disertación que nos congrega en este recinto, los exhorto (o sea... bueno, no caigamos en chistes fáciles, lo mío es humor inteligente, tsé!) a todos ustedes a realizar, al menos, un viaje en colectivo sin música acompañante, para observar las distintas especies que pueden encontrar. Quizás sea aburrido, pero al menos será instructivo. O alguna de las dos.

11 comentarios:

Marita dijo...

Ya me esta cansando tener que dejarte puteadas en los comments, asi que no lo voy a hacer. Solo quiero que sepas que tu comentario me hirió, y mucho. Pensa en eso la proxima vez que escribas algo asi. Pensalo.
Y sobre el post... Seh, ta bueno... (aunque el tsé me esta cansando ya, tu actitud ultimamente es muy... Mara...)

Anónimo dijo...

Sobre las viejas que suben y les tienen que dejar el asiento, el otro día me dio muchísima bronca una situación, en la que iba el colectivo llenísimo y una viejita pobre, iba parada, y nadie fue capaz cederle lugar para sentarse...ni el pendejo pelotudo de 12 años que iba sentado en el primer asiento...

Y sobre el tema en general, yo nunca viajo en colectivo escuchando música:1) Porque me molesta llevar eso en la mano, y más si estoy parada 2) Porque, por lo general, mis viajes en colectivo no duran más de 10 minutos...3) Porque para mí un viaje en colectivo no es nada relajante, todo lo contrario..implica un trabajo demasiado estresante como ponerme a escuchar música...
Pero creeme, puede resultar divertida la vida callejera si uno no va escuchando música por doquier...

Cosme Fulanito dijo...

Marita... quizás es porque vos me estás influenciando, y de manera negativa... ¡Y eso no puede pasar! Tsé...

Vir, vos te pensas que yo ando con el discman en la mano todo el tiempo? Para algo Dios inventó la mochila... y mis viajes en colectivo duran más de 10 minutos porque si son 10 minutos, entonces es un viaje corto... y si es corto, prefiero ir caminando...

Marita dijo...

Voy a ignorarte Pablo, y le voy a contestar a Vir, con lo de las viejas. Una cosa es una viejita que no puede ni pararse, y que todo el mundo se da cuenta. Esas viejitas conocidas como "abuelas". Ahi esta bien darles el asiento. Otra muy distinta son las viejas de mierda. Son las que se suben al colectivo con tacos, pintarrajeadas y con dos litros de perfume barato encima y que esperan que uno les de el asiento, porque si, porque claramente se ve que esas viejas pueden estar paradas tanto o mas tiempo que uno. Y eso asi no es. Mi abuela, que no entra en ninguna de las dos categorias, pero que tiene mas de 70 años, no espera que nadie le de el asiento cuando se sube al colectivo. ¿Por que? Porque mi abuela es una masa. (Y ojo con lo que decis Pablito...)

Anónimo dijo...

Pablito, 3 cosas!
1) "Mil Gracias" son dos palabras, no una. (O capaz no entiendo tu humor, y en verdad era un chiste. Si era un chiste, no digas nada, si me decís "Sí boludo! Era un chiste!" Voy a creer que sólo lo decís para zafar... Si en verdad te equivocaste admitilo. Es obvio.
2) Los viajes en colectivo los clasifico en dos: Aburridos y divertidos. Así de simple, y eso que nunca me llevo nada para leer ni escuchar! Es que la ficción supera la realidad! O sea, si mirás bien, hay cada cosa!
La otra vez un tipo que subió pidiendo plata al 110, lleno BTW, empezó a hacer muecas, con un cartelito colgando que decía: "Soy Sordomudo". Nada más decía, eh. La cosa es que empezó con el ritual de ponerle la manito en forma de bolsita a todos los que estaban sentados, no se porqué nunca le piden a los que estamos parados, y cuando terminó se iba a bajar y yo estaba estorbando su camino, y entonces el pelotudo ese me dice: "Disculpame capo, me dejás pasar?" Juraría que hasta podía trabajar de locutor. Me agarró una bronca! Pero no le dije nada, me quedé callado, y una vieja, sentada obvio, lo empezó a putear.
Así que si se ponen a pensar, no hay mal que por bien no venga.


(Eso de "Pablito, 3 cosas!" mientras que en verdad son 2, es en ironía a tu comentario eh... No me equivoqué...)

Cosme Fulanito dijo...

Lo que te sobra de capo, te falta de culto, nene...
Daniel Rabinovich, integrante de Les Luthiers, en el número "Manuel Darío" dice un discuros muy similar al que dije yo, incluyendo lo de "Una palabra: Mil gracias". Claro que ahí la gracia se extiende, porque al decir esto, sus compañeros le indican "dos" con la mano, y él agrega: "Dos mil gracias"

Anónimo dijo...

A Mara: Jejeje, es cierto...hay dos clases de viejas, pero la que yo decía, era la primera clase...Las otras son imbancables

A Pablo: ¿Ahora desde cuándo es cultura saber de Les Luthiers?(bueno, sí, es cultura, pero me refiero al sentido de cultura como algo artístico, o sea...alta cultura..)Yo estoy del lado de Ags, carajo! Él sabe tanto de Les Luthiers como yo, así que si te metés con él, te metés conmigo, eh? Cuidadito...
Y con esos chistes "cultos" a otro lado...
He dicho!

Anónimo dijo...

Che loco! Una vez que pongo un comentario que aporta, me cagás a pedos! Yo no opino más acá eh! Vas a ver cómo se te van todos, te van a quedar dos nada más! (todos los demás son fans míos)
Y además esos que queden van a ser Marita, para bardearte, y Vir porque no tiene nada más que hacer que entrar acá, al foro o a mi fotolog®.
Muejejeje!!!

Anónimo dijo...

"Mil gracias" son DOS palabras y no
una... - bueh, quizá te equivocaste
al contarlas.

Cosme Fulanito dijo...

Ok, es la última vez que trato de usar un chiste de Les Luthiers... ¡Cuando Rabinovich lo dijo todos se cagaron de risa!

Anónimo dijo...

Acabo de cometer el estúpido error de postear un comentario antes de leer los q ya estaban posteados...
Me siento como un ***CENSURADO***