miércoles, noviembre 03, 2004

De cómo lograr que te hagan caminar al pedo.

Los argentinos nos adjudicamos muchas cosas. Y con razón, si somos unos capos. Pero el invento genial que logramos, y del cual me refiero hoy, es el colectivo. No pasa tanto por el medio de transporte en sí, sino por su gente, sus costumbres.
Luego de una hora de viaje (agotador viaje, debo decir), me paro dispuesto a finalizar dicho trayecto y despedirme, así, del amable chofer que tuvo la delicadeza de detenerse ante mis pies sin que yo siquiera tenga que hacer más gestos que estirar un brazo. Porque... ¿Quién inventó eso de estirar el brazo? Debo admitir que fue un invento revolucionario, más simple no podía ser... estirar para arriba significa "Colectivo, pará!"; estirar para abajo significa "Taxiiiii!!!"; estirar hasta dejarlo en posición paralela al cuerpo, apuntando para abajo, significa "Mirá el sorete que pisé". La posición contraria indica "¿Eso es un pájaro o un avión?" (N. de la R.: Quizás es Bon Jovi... ojo...).
En fin... decía... luego de una hora de viaje, me paré dispuesto a bajarme, y veo que, delante mío, una señora opaca la puerta en su totalidad. Entonces yo me quedo ahí, mirando cómo la ciudad se aleja a medida que el colectivo avanza. Al llegar a la parada, noto cómo el vehículo sigue de largo, y la señora, que hasta hace 10 segundos tenía cara de "Sí, me bajo acá." me dice "Ah, no, yo no bajo acá, si querés bajar tocá el timbre.".
El universo es amplio y vertiginoso. Ocupa un lugar infinito que los más grandes científicos de la historia aún no han logrado medir. Se dice que el universo, directamente, no tiene fin. Varias teorías contradicen ello, argumentando que los agujeros negros imponen una especie de límite. Aún así, su enorme anchura lo hace ser considerado uno de los espacios más abarcativos que existen, si no es el más abarcativo de todos. Y sin embargo, paradójicamente, la cantidad de insultos que se me ocurrieron para esa mina, no entrarían en dicho espacio.
Pregunto yo... si no te vas a bajar, por qué tenés que pararte en la puerta, mirar hacia el frente y dejar tu mano cerca del timbre, con toda la cara de "Sí, ya toqué, solo esperá a que frene", eh? ¿Costaba mucho, acaso, hacerte a un lado y dejar bajar a los que sí querían bajar?
Está bien, son 3 cuadras más adelante las que me dejó el colectivo, pero había necesidad de caminarlas?
Esto no pasa ya por la simple anécdota y la experiencia de haber sido embaucado por una mujer que debe ser más pelotuda que Marley imitando al dinosaurio Barney (ojo al piojo, señor lector... Marley y Barney terminan igual... ¿Casualidad?). Pasa porque me ha dejado un trauma que no me sale ni oliendo Poxi-Ran... ahora, temeroso de que la situación se repita en lugares más inhóspitos, cada vez que quiero bajar y me encuentro con alguien adelante, debo correr el riesgo de pronunciar las palabras... "Señor... ¿Se baja acá?", con las consecuentes respuestas, que pueden variar desde un "Sí" hasta un "No, pelotudo, se me dio por jugar ring raje en el colectivo y me olvidé de correr."
Cuando era chico me daba miedo viajar en colectivo... ahora el miedo es dejar de viajar en él... sépanlo, soy un hombre de traumas, algún día les contaré de mi terror a apretar el 9 en el ascensor...

"Algún día los libros desterrarán a la radio, y el hombre descubrirá el oculto poder del Amargo Serrano."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¿Qué necesidad tienen?!
Si tienen tanto miedo de perder su parada y por eso se paran en la puerta diez cuadras antes: no es mi culpa!!!
¡Dejen bajar a los pobres pasajeros!¡Tengan la amabilidad de no mirar con cara de "Yatoqué"!¡No se aferren al caño del timbre como si estuvieran bailando en un cabarulo!¡Y delen una patada al balde!



Uffff... ya me desquité. Me gustan los blog de autoayuda.

Cosme Fulanito dijo...

Con todo el respeto y amor que le tengo a todos y cada uno de mis lectores... ¿Quién sos?
Cómo odio que este maldito blog no permita poner un nombre al postear un comentario...

Cosme Fulanito dijo...

Ok, acabo de pasar por el foro, no dije nada... gracias, Marcel, por aparecer!

Marita dijo...

Oia... me ganaron de mano...
Ves? eso es lo bueno de los autobuses españoles (si, autobuses)... aca todos los autobuses tienen el cartelito que se ilumina cuando el pasajero toca el timbre, asi uno ya sabe si tocaron o no... Aunque los boludos que se paran en medio de la puerta y no te dejan bajar estan en todos lados...

Jeje... Bon Jovi...

Cosme Fulanito dijo...

Sí, bueno, acá también se prende una luz cuando alguien toca el timbre... en algunos colectivos se prende un cartel que dice "Parada solicitada" lo cual hace que mi corazón respire de alivio; pero en otros casos solo se prende una lucecita al lado del conductor.
Si la veo de lejos, todo bien, pero por lo general no llego a verla, y tiemblo por las consecuencias.
Lo mismo sucede cuando toco el timbre y no lo escucho... ahí me surge la duda "¿Habrá sonado? ¿Lo habrá escuchado? ¿Se detendrá? ¿Eso es un forúnculo o un barro?"